¿Quién dijo que no se puede vivir del turismo?

No hace falta estar viviendo en medio de la Quebrada de Humahuaca, en el Parque nacional Nahuel Huapi de Bariloche o a metros del Obelisco para pensar en iniciar un emprendimiento en el área turística que se dedique a trasladar personas y viajeros de un lugar a otro.

La nueva generación de jóvenes que salen de las universidades o comienzan en el ámbito laboral, vienen con otra mentalidad, rara vez piensan como nuestros padres o nosotros mismos: no los atraen las 8 horas de oficina, el sueldo fijo y la rutina, a la inversa, se juegan más por lo que sienten, creen en su talento natural y se arriesgan. ¿Locura? quién sabe, pero se animan y muchas veces lo logran.

Pero claro, como suele pasar con cualquier otro sector de negocio, empezarlo, aun cuando sea aventura y ocio, demanda establecer un plan claro, un rubro específico de servicio, un tipo de cliente concreto y luego seguirlo al pie de la letra. Y lejos de ser un servicio que «abarca todo», conviene definir el área de emprendimiento porque hoy en día es clave para diferenciarse y crecer en este ambiente. Así, puede elegirse entre los más buscados, que son: transporte de turistas, agencia que ofrezca paquetes, hostels para alojarse por días, guías de excursiones y recorridos, y hasta servicios de comida autóctona, información de viaje y alquiler de bicis, equipos y otros.

Si definitivamente lo tuyo es la agencia de viajes que transporte personas, podés optar por hacer recorridos culturales por los lugares históricos de tu ciudad, específicos para chicos, para mujeres que hacen turismo en grupos de amigas o simplemente tipo remis o combi para llegar a destinos dentro de los circuitos o hacia aeropuertos y terminales cercanas. Y para eso tenés que saber usar el volante perfectamente y estar habilitado para tal fin.

Aprender a manejar profesionalmente, sea que el viaje lo realices vos u otro socio o empleado, es de lo más necesario y lejos de ser un gasto, la inversión es grande para evitarte inconvenientes desde leves a graves, por no tener actualización en conducción en ruta y reglas de tránsito. Además, porque el andar en Argentina es cada vez más intenso y crece mucho más en vacaciones, findes largos que permiten escapadas y horarios diurnos semanales. Y también porque es obligatorio.

La ley de nuestro país requiere documentación y aptitudes probadas para circular de manera segura, placentera y regular.

Hacerlo en una academia con instructores experimentados es el mejor consejo que podemos darte desde este blog de turismo. Si te encontrás en Buenos Aires o pensás arribar en breve, Autoescuela Victoria es una de esas escuelas de manejo que en muy pocos días de práctica efectiva con conductor designado consigue el resultado de habilitarte en el manejo seguro en calles y rutas.

Nada poco esta info para empezar a ver el panorama más claro y entender que lejos de la sensación inicial de que hay poco camino por recorrer en el sector del turismo, el espectro es bastante amplio y posible, más con la diversidad de paisajes y destinos que alberga nuestro país y que aún, no han sido del todo aprovechados.